martes, 6 de diciembre de 2011

Para avanzar en Revolución: Defensa de la Autonomía Universitaria

Edwin Sambrano Vidal (especial para ARGENPRESS.info)

La autonomía universitaria es una conquista del movimiento popular. Es una conquista de la lucha revolucionaria en favor del pensamiento crítico, del conocimiento científico de la realidad y del ser humano en sus relaciones con esa realidad. Un gobierno revolucionario, basado en el pensamiento bolivariano y definido por el socialismo debe ser celoso de la defensa de la autonomía universitaria, como un espacio esencial para la creación del conocimiento, el debate de ideas y concepciones, la enseñanza y la investigación. Aunque consideramos que existen otros escenarios donde también debe producirse y se produce ese múltiple y complejo proceso de conocer, crear y aprender.


La Autonomía es base para el avance del saber.


Los que hemos hecho vida universitaria portando banderas e ideales revolucionarios dentro de un contexto socio-político capitalista, sabemos con toda certeza la significación de la Autonomía Universitaria, por cuya defensa sufrimos persecuciones y represión. Durante toda la historia de las luchas revolucionarias por una sociedad más justa y por la sociedad socialista, los estudiantes han jugado un papel de gran significación y la Universidad ha sido cantera de las ideas de libertad y justicia y un formidable espacio para la generación de las propuestas teóricas de cambio social y para el impulso de la organización y la movilización política del pueblo y de los trabajadores. Tal vez esto no lo sepan o no lo aprecien suficientemente quienes no tuvieron la oportunidad de ejercer la libertad de crítica y de debate en su proceso de formación intelectual por haberse educado en academias militares o en recintos de enseñanza confesional, autoritaria o restringida. En las Academias militares, en los Seminarios religiosos y en muchas Universidades Privadas y Públicas NO AUTONOMAS, no existe un verdadero proceso de creación del conocimiento y mucho menos el debate crítico de posiciones característicos de la universalidad del saber. En estos recintos o instituciones abundan los dogmas, se impone la obediencia ciega a la superioridad de seres divinos o a los rangos jerárquicos de una estructura inconmovible a la cual hay que someterse pasivamente.


El ejemplo: Principal medio pedagógico


Un Gobierno que se pretenda revolucionario debe alcanzar la convicción y la simpatía de los escenarios universitarios por la fuerza de las ideas y de las realizaciones. El mejor instrumento pedagógico es EL EJEMPLO. Con el ejemplo se harán posibles la confianza y la legitimidad que son pilares indispensables para que el proceso de creación y desarrollo del conocimiento se asuma con dedicación y certidumbre. De allí que las relaciones con la comunidad universitaria deben abordarse bajo las premisas del diálogo y el debate franco, crítico y autocrítico, la paciencia y la amplitud de horizonte, salvaguardando siempre la autonomía universitaria que permite el despliegue de las mayores y mejores capacidades.


Hacer avanzar la ciencia y la tecnología para mayor justicia social


No hacemos nada con producir egresados que obedecen como soldados las órdenes en una organización cerrada preestablecida, en vez de intelectuales capaces de comprender y organizar los elementos de la realidad para la formulación de nuevas disposiciones o normas, dentro de una organización cada vez más provechosa para la colectividad y para el manejo de las contradicciones y conflictos en función de la justicia social.


No hacemos nada con producir legiones y legiones de operarios con títulos universitarios que siguen manuales y repiten operaciones mecánicas, en vez de investigadores con capacidad de descubrir las íntimas y ocultas relaciones entre las cosas, los seres y los procesos para reformular tales relaciones alcanzando crecientes grados de soberanía científica y tecnológica.


No sirve de justificación, y ni siquiera de explicación el gasto universitario, para poner en práctica una política que afecte la Autonomía. Debe atacarse la ineficiencia, el despilfarro y la corrupción que afecten el presupuesto universitario, sin lesionar las bases de la Autonomía Universitaria, estimulando el debate y los procesos democráticos de elección y de organización participativa de los sectores de la comunidad universitaria dentro de las Universidades, incluso en las experimentales y oficiales como la UNEFA y la BOLIVARIANA y también en las numerosas UNIVERSIDADES E INSTITUTOS UNIVERSITARIOS PRIVADOS, para la defensa de los intereses de cada sector y para la evaluación y control de la administración y para la participación en la toma de decisiones, siempre con la mirada hacia la justicia social.


Aportes de la APUCV


La Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUCV) se ha caracterizado por la defensa de los intereses universitarios, no sólo de sus intereses particulares. Desde la APUCV se desarrolló una crítica demoledora de los gobiernos antipopulares de AD y Copei. Desde allí se ha contribuido por décadas a las luchas de los trabajadores y del pueblo con la solidaridad moral y material, y, como muro de contención de la represión gubernamental contra esos sectores en lucha. Desde allí se han propuesto alternativas frente a las políticas represivas y neoliberales de los gobiernos, desde Betancourt hasta Caldera II (1959-1998). La APUCV organizó la solidaridad en favor de los militares que encabezados por el ahora Presidente Chávez y sus compañeros, Arias, Urdaneta y Acosta, se rebelaron en 1992 contra la corrupción y la ineficacia del segundo Gobierno de Carlos Andrés Pérez. El auxilio intelectual, material y moral recibido por los militares rebeldes de parte de los profesores de la UVC fue vital
para darles una base programática a la acción, para la protección de su integridad física y el respeto de sus derechos y, en 1994,para su liberación de la cárcel por medida de gracia del entonces presidente Cadera.


El Gobierno debe corregir su conducta frente a las Universidades


La comunidad de la UCV ha denunciado múltiples hechos de lo que consideran agresiones de parte del Gobierno Nacional y ha organizado un Acto en defensa de la Universidad en el marco de la conmemoración del día del Profesor Universitario el 5 de Diciembre, bajo la consigna “LA UCV NO SE RINDE”.En una Declaración Pública de convocatoria expresan:


«Sin embargo, desde los aciagos días de la toma de la Sala de Sesiones del Consejo Universitario, en el año 2001, la UCV ha tenido que enfrentar la terrible paradoja de un gobierno que, luego de establecer la autonomía universitaria como norma constitucional, ha desplegado al mismo tiempo una de las más brutales y anti-universitarias políticas de agresión vistas en nuestro país en muchos años.


«Al ver sistemáticamente frustrados sus propósitos de doblegar a la universidad, el gobierno, de manera simultánea a la intensificación del cerco presupuestario, ha pasado al empleo de las más diversas formas de violencia a lo interno del campus. Esta violencia se ha objetivado en el uso recurrente de la intimidación y la amenaza en contra de autoridades académicas y miembros de la comunidad universitaria por parte de individuos y grupos simpatizantes de la “revolución”, llegando en no pocas ocasiones al uso de armas de fuego y a la destrucción del patrimonio de la universidad. El último de estos episodios tuvo lugar el pasado 15 de noviembre, cuando grupos de encapuchados lanzaron explosivos contra el Edificio del Rectorado e incendiaron dos automóviles pertenecientes a la UCV, mientras que otro grupo lanzaba bombas lacrimógenas en la Escuela de Derecho y en el sótano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.


«Como si todo lo anterior no fuera suficiente, cuando las autoridades de la UCV han intentado tomar medidas, en el marco de lo establecido en las normas internas y en la vigente Ley de Universidades, para mantener el orden y restablecer la normalidad de la vida universitaria, el gobierno ha aplicado para impedirlo el Allanamiento Jurídico de la Autonomía, por medio de un conjunto de sentencias del Tribunal Supremo de Justicia que sólo buscan favorecer y aumentar el control y la injerencia gubernamental sobre la universidad.»

Es, entonces, completamente razonable y necesario que el Gobierno Nacional corrija su conducta frente a las Universidades Autónomas para alcanzar un marco de relaciones mutuamente provechosas que beneficien: 1) Una educación de calidad en correspondencia con el proceso de desarrollo del país. 2) El mejoramiento de la calidad de vida de los profesores y 3) Perfeccionar las condiciones en las cuales se desenvuelve el proceso de enseñanza, debate e investigación. Ese acto debe ser el punto de partida para que el gobierno cambie su política y tome la iniciativa para superar el conflicto con la Universidad. Eso es lo que esperamos la mayoría de los venezolanos.

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