martes, 22 de marzo de 2011

EDITORIAL MARZO 2011: UN AÑO IMPORTANTE

Compañeros,  comenzamos un nuevo año, el cual tiene la particularidad de estar signado a quedar en la historia.

Una vez mas, una elección a nivel nacional se presenta a la sociedad argentina, la cual, se volcará a elegir aquellas personas que, en los próximos años, administrarán sus recursos, los representarán frente al mundo, aquellas que, con sus medidas y decisiones, irán marcando el rumbo económico, político y social de nuestro país, el cual impactará positiva o negativamente en el andar cotidiano de nuestras vidas. Es sin dudas un año importante porque se juega el futuro de todos.

Lo mismo de siempre
El tema se complica cuando las opciones que se nos presentan desde el establishment recaen siempre en lo mismo -por mas discurso progresista que nos quieran vender-, y en los mismos -ya que todos salen de los viejos agujeros-. Si pensamos por un momento en como nos fue en los últimos 30 años, nos daremos cuenta de lo mucho que nos falta conseguir y de lo que necesitamos para lograrlo.

Luego de todos estos años con diferentes gobiernos y diferentes banderas, especialmente justicialistas y radicales, aun no hemos podido superar como país problemáticas estructurales que se mantienen vigentes hasta el día de hoy. Esto es así, porque los dos grandes partidos tradicionales (PJ-UCR) que formaron y forman parte de nuestros gobiernos, encontraron, tanto en jugosas alianzas con grupos concentrados de poder nacionales y extranjeros, como en la posibilidad de manotear con impunidad absoluta los recursos públicos, un fuerte incentivo para corromperse y darle la espalda a la población.

Las consecuencias del “modelo”
Sus consecuencias las seguimos padeciendo todos. Privatización de nuestros recursos mas importantes -los cuales siguen en manos de capitales extranjeros-, destrucción de la industria nacional en pos de un país exclusivamente agro-exportador –extranjerización de tierras, sojarización del campo-, con un leve desarrollo de la industria primaria –transformación de recursos humanos en productos primarios no elaborados-, la defensa permanente de los intereses de los más poderosos –fallos a favor de las multinacionales frente a las comunidades indígenas-, deterioro de las instituciones publicas sumergidas en la desidia y la falta de democracia –el último proceso electoral realizado en nuestra universidad-, corrupción generalizada en todos los niveles –local, municipal, provincial y nacional-, desigualdad redistributiva, desempleo, trabajo informal, desprotección laboral, salarios reales bajos, jubilados estafados, desprotección social en justicia, vivienda, salud, educación, grupos de excluidos cada vez mas numerosos, hambre, etc.

Sabemos que, a pesar de alguna buena medida puntual que pueda tomar este gobierno, mas allá de sus promesas de que son y serán “la solución”, estos problemas no se superaran sin cambios estructurales.

Manejo burocrático de las entidades públicas
Increíblemente, el justicialismo y el radicalismo lograron, con diferentes mecanismos burocráticos, mantenerse en el poder -inclusive después del “¡Que se vayan todos!”-, y se encargaron de empantanarle el camino a toda aquella alternativa que surja con la intención de terminar con la mentira y engaño, para así hacerse cargo de las necesidades postergadas. Un ejemplo reciente, dejando de lado el Pacto de Olivos en los 90s –flexibilización laboral para los pibes de hoy-, sucedió hace poco. Descaradamente pactaron, utilizando su mayoría parlamentaria, el diseño y la aprobación de una nueva “Ley Electoral”, cuyo fin y necesidad primordial fue introducir modificaciones para multiplicar las trabas legales y elevar requisitos formales electorales a niveles casi imposibles de alcanzar, que por supuesto, no hacen mas que dificultar la presentación de listas, para las próximas elecciones presidenciales, a los grupos de argentinos que cansados de tanta mentira se organizaron para terminar con este Bipartidismo parasitario.

Estas trabas son permanentes, y están presentes en todos los niveles. Una muestra cercana la podemos encontrar al recordar lo que ocurrió en nuestra Universidad en las ultimas elecciones sobre el centro de estudiantes (CEUNTREF), donde los muchachos Curto-Kirchneristas aprovecharon su poder burocrático, con el aval del consejo superior, para modificar el “código electoral” elevando requisitos para presentar listas, apelando, por otro lado, a la desinformación, y finalmente, anulando toda posibilidad de postularse, tal como sucedió con la alternativa propuesta por los chicos de La Indocta, con el triste desenlace de una nueva elección sin participación estudiantil.

¡Acá estamos!
A pesar de sus esfuerzos por desalentarnos, se está consolidando el proceso que crece con la fuerza de las bases, dispuesto a superar al Bipartidismo, para dar fin a todo esto y poner en marcha el motor de un verdadero proyecto nacional que recupere lo que perdimos, aprovechando, de una vez por todas, la posibilidades que este próspero país nos brinda para llevar bienestar, progreso y justicia social a toda la población. Esta fuerza alternativa se fue construyendo en torno al Movimiento Proyecto Sur desde donde proponemos las 5 causas claves que resumen el cambio necesario de cara al futuro:






Es por esto compañeros que, en un año en donde se deciden cosas tan importantes, los convocamos a participar activamente en este proyecto, y engrosar así las filas de los que vamos por un “cambio real” en Argentina. Nosotros queremos cambiar la historia, ¿Y vos?

MARZO 2011
La Herramienta UNTREF

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