martes, 7 de diciembre de 2010

Haití e Irlanda: Dos caras de la misma moneda

El capitalismo en crisis hoy presenta dos caras: destina millones para salvar a los empresarios y usureros en Irlanda y migajas para los pobres que mueren por miles en las calles de Haití.

El terremoto sufrido por Haití en enero de este año dejó como dramático saldo 300 mil fallecidos, el 40 % de la infraestructura edilicia destruida en Puerto Príncipe, 50 hospitales y alrededor de 1.350 escuelas. Hasta hoy se limpió apenas un 2 % de los 25 millones de metros cúbicos de escombros y deshechos. Un verdadero desastre. Cerca de 1,8 millones de víctimas se quedaron sin hogar y están viviendo en la calle. Fue una inmensa tragedia. ¿Cuál fue la respuesta yanqui frente a este panorama? Ocupación neocolonial con tropas en número de alrededor de 10 mil soldados. ¿Por qué? Para evitar el descontrol del pueblo desesperado y fundamentalmente, para evitar la salida del país de miles de familias huyendo hacia EE.UU. Es decir: se trató de una respuesta “autopreventiva” más que de encontrar una salida para este gigantesco cuadro desesperante. Pasados 10 meses de aquel terremoto. El imperialismo decidió “cercar” con tropas la isla y contener en ese territorio las consecuencias de la tragedia. Sin embargo, la ayuda humanitaria y la respuesta material al desastre no llegan. Haití como África, son dos limones ya exprimidos por el capitalismo y ahora no importan. Ya no queda nada por sacarles. Por eso, frente a la epidemia de cólera actual que cruza el país la respuesta es casi nula. El pueblo de insurrecciona y enfrenta a las tropas de ocupación de forma violentísima, exigiendo que se vayan los soldados de la Minustah (ONU). Trascendió que fueron ellos los que trajeron el virus epidémico a la isla.

La ocupación militar cuesta decenas de millones de dólares y en Haití, antes del terremoto y de la epidemia, el 75 % de la población ya vivía con menos de un dólar por día. En síntesis: la isla saqueada durante décadas por el capital imperialista fue cuasi sepultada por el terremoto. Ahora, la enfermedad derivada de la ocupación está completando un verdadero genocidio. Esto hace el capitalismo con los pueblos: expolia y desecha.

Irlanda se hunde y se prioriza el salvataje a los usureros
Durante muchos años el “modelo irlandés” o el “tigre celta” como se lo conocía, era puesto como ejemplo por el establishment europeo. La buena conducta a imitar tenía los siguientes rasgos característicos:

Exenciones impositivas a las grandes empresas monopólicas, bajos salarios (en promedio la mitad del valor de referencia europeo), servicios privatizados y libertad de usura financiera para los bancos.

Como parte de una línea de acción mundial, los bancos se dedicaron a prestar dinero para inversión inmobiliaria sin garantía para responder. Así se preparó la crisis actual. La razón es simple. Los bancos otorgaban créditos sin garantía. Vale decir: sin claridad de si sus clientes tenían “espalda” para pagar. Así cualquier familia obrera pudo solicitar un crédito para a su casa y luego, incluso con todo su ingreso comprometido, pudo recibir más oferta de préstamos para renovar su auto o comprar una villa en el Mediterráneo. Hoy cada familia irlandesa debe en promedio 132.000 euros a los bancos y el precio de las casas que compraron valen el 36% menos que en el 2006, cuando pagaron por ellas cifras exorbitantes.

El desempleo llegó al 14% cuando hace pocos años orillaba el 4%. Se creó una gigantesca burbuja financiera que estalló a partir del límite puesto por la realidad: el empobrecimiento creciente de una franja cada vez mayor de los asalariados, generó una insolvencia monumental que puso en crisis todo el andamiaje financiero y económico del país. La recesión fruto de la caída brutal del consumo y a retracción de ingresos a la caja del estado puso en virtual cesación de pagos a Irlanda. ¿No se trata de un cuadro de situación similar a la Argentina pre-2001? Efectivamente, las recetas del FMI aplicadas a este país periférico de Europa están haciendo eclosión. Frente a este paisaje crítico, el gobierno irlandés resolvió aceptar la intervención directa del FMI y la UE para “frenar” la dinámica de desastre…¿La receta? Préstamos a tasas de usura para salvar a los bancos y ajuste mortal a los trabajadores y el pueblo para afrontar la crisis. La respuesta popular no se está haciendo esperar. Miles salen a las calles a enfrentar al gobierno capitalista de Brian Cowen con consecuencias probables en términos de salida anticipada del poder.

La nueva etapa mundial: crisis integral capitalista y oportunidades políticas
El desastre en Haití y la crisis en Irlanda son manifestaciones nacionales de un proceso único que recorre el planeta: la más profunda y extendida crisis del sistema capitalista del último siglo. El estallido en 2008 en el corazón del imperio yanqui y sus capítulos griego, español, francés, etc. son la expresión de un sistema que vive una crisis de carácter integral, combinado e histórico.
Integral, porque tiene su punto débil en los pilares del capitalismo mundial (EE.UU. y la Unión Europea), donde económicamente la lógica de especulación financiera creando burbujas inmobiliarias, estallan como resultado de la insolvencia de los deudores asalariados empobrecidos por el mismo sistema que les presta sin garantía para hacer ganancia rápida. Combinado, porque la respuesta de los gobiernos capitalistas a este panorama es más ajuste (recortes salariales, despidos, ajustes sociales, liquidación de regímenes jubilatorios, etc.) con lo cual se echa “nafta al fuego” de la bronca social. Por lo tanto, a la crisis económica se le agregan la crisis social (por la manifestaciones de masas contra el ajuste) y crisis política por la caída en desgracia de los gobiernos, partidos y regímenes aplicadores del ajuste. Y además, afirmamos que la crisis es histórica, porque golpea al capitalismo en sus centros nodales: EE.UU. y Europa. Estos países eran ofrecidos a las masas del mundo como ejemplos de la superioridad capitalista a cualquier variante alternativa de organización social para la humanidad. Hoy, la brutal crisis que los cruza, golpea esa autoridad ideológica construida en la década del 90 (“fin de la historia” mediante) y abre una enorme oportunidad política para dar respuestas de alternativa social superadoras del capitalismo decadente.
Los socialistas del mundo entero tenemos que actuar a la altura de las circunstancias, tratando de intervenir país por país en la construcción de fuertes y amplios movimientos políticos que sean opción a los fracasados partidos sostenedores del ajuste capitalista y su debacle internacional.

Haití: El capitalismo devastador en números
Muertos por el terremoto: 300 mil
Fallecidos por el cólera: 1200 y 20 mil hospitalizados
Los expertos sostienen que las condiciones para la expansión de cólera de este saqueado país son especialmente propicias: no hay un sistema cloacal, la gente tiene que hacer sus necesidades al aire libre y viven hacinados, hay lluvias tropicales torrenciales y no disponen de acceso a agua limpia. La mayoría de las personas que contrajeron la enfermedad trabajaban en arrozales inundados en el departamento de Artibonite. Muchos de ellos habían bebido agua no tratada de río o de canales. Pero esto no es nuevo: antes del devastador terremoto de enero, sólo el 12% la población haitiana disponía de agua corriente, y apenas el 17% tenía unas condiciones higiénicas adecuadas.

Irlanda: El “tigre celta” de papel
Población: 4 millones de habitantes
Déficit: 32 % del PBI
Las medidas de ajuste incluyen: Recorte del salario mínimo; de subsidios sociales (como por ejemplo, ayuda a la niñez) y eliminación del seguro de desempleo en franjas enteras de la población El volumen global del salvataje a los bancos asciende a 80 mil millones de euros.

Por Mariano Rosa

fuente: http://www.mst.org.ar/periodicos/as535nov25/mrInt.htm

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