Mostrando entradas con la etiqueta Madres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Madres. Mostrar todas las entradas

jueves, 23 de junio de 2011

Entrevista con Zito Lema sobre Schoklender, las Madres y el desafío de las organizaciones sociales

El dramaturgo, filósofo y ensayista renunció a la rectoría de la Universidad de las Madres de Plaza de Mayo en febrero de 2003.

En aquella ocasión difundió una carta donde explicitó que el motivo del alejamiento eran sus  profundas diferencias con Sergio Schoklender.

Hoy, Zito Lema cuenta sus sensaciones acerca de la investigación que recae sobre el ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo e invita a las organizaciones sociales a transparentar su funcionamiento.


jueves, 16 de junio de 2011

La única lucha que se pierde es la que se transforma (Parte III - Final)

Alfredo Grande (APE)

“Cuenta nueva, sin borrón”
“En toda cultura no represora, lo que entre por un oído no sale por el otro”
(aforismos implicados)
 
 

Soñaba. Pero como soñaba que soñaba, sentía que estaba despierto. Y entonces pensaba que un instante es apenas un tropiezo en un devenir infinito. Algún tropezón es caída. No todos. ¿Cómo diferenciar uno de otro cuando el equilibrio de la razón tiende a derrumbarse? La ansiedad confusional es la más difícil de soportar. No sabemos de dónde viene el peligro, ni siquiera sabemos en qué consiste, y mucho menos quién es el enemigo y quién el amigo. Una de las formas de salir de esa ansiedad confusional es la retórica paranoide. El significante “traidor” cumple a las maravillas esa misión imposible. El traidor se constituye en causa necesaria y suficiente de la calamidad. Y cuando el elegido además, aporta méritos suficientes para sostener coherentemente ese epíteto, el logro es absoluto. Completo. Total. Único. El castigo al traidor limpia los establos de Augías, y las aguas dejan de bajar turbias. Si no fuera una profanación, diría que sancionando con dureza el traidor, la casa está en orden. Pero ya sabemos que el desorden es inmanente a lo real, y que además, es un desorden desordenado. Caótico podríamos decir. La moneda deja de tener dos caras, y entonces, como cantaba Carlitos, “yo sé que ahora vendrán caras extrañas”. Y aparecen muchas y muchos que ahora no toleran ningún cuestionamiento, cuando no figuraron jamás en las luchas para exigir la “aparición con vida”. Los serviciales podrán decir: 2 + 2 es cuatro. Intentan cuadricular el caos para tener columnas y filas predecibles que le indiquen de qué lado va a caer la moneda o hacia dónde se fuga la intención de voto. Pero en el mundo de los sueños donde soñamos la realidad, 4 no es solamente 2 + 2, sino que es una combinatoria infinita que siempre da el mismo resultado. Siempre el mismo pero de diferentes maneras. (64 – 60, 78 -74……1024-1020…al infinito) Y esta es la cuestión. ¿Cuál es la manera adecuada, pertinente, ética, para enfrentar la calamidad? Todas, algunas, cualquiera, las que la coyuntura mande, tácticas, estratégicas, efectistas, sensibleras, principistas? Lo que está sucediendo, lo que puede suceder, lo que sucedió, nos enseña que la historia también primero puede escribirse como tragedia y luego también escribirse nuevamente como tragedia. Entonces, la crónica de una tragedia anunciada comienza en el 2003, entre enero y abril. En la Universidad Madres de Plaza de Mayo, sin dar ningún crédito a la denuncia de Vicente Zito Lema, todo intento de discutir, cuestionar, fue simplemente prohibido. La casi totalidad de los docentes a cargo de carreras, blindó a las Madres de lo que aseguraban era un ataque traidor…por haber osado cuestionar a Sergio. Un compañero recordó una frase de mi intervención en la asamblea de docentes y alumnos: “¿Cómo es posible que en esta Universidad no podamos hablar de un desaparecido, y muy especialmente cuando el desaparecido es el Director Académico y Fundador de esta Universidad?” Si la modesta memoria no me engaña, esas palabras fueron rubricadas con aplausos. Pero eso es exactamente lo que sucedió: de una noche a un día, Vicente desapareció. De la misma forma que él y yo desaparecimos de la Memoria del Primer Congreso entregado en el Segundo. Otro compañero, que acompañó esos momentos, me escribe:
(Alfredo) De alguna manera estás presente en este escrito, desde los intentos de organizar la reflexión en cada quilombo de los que pasamos en los cuatro
primeros años de la Universidad. Me acuerdo del encuentro que organizaste, después del ataque a las Torres Gemelas. Y la nota que te hicimos tres compa en 2002 para un trabajo sobre la creación de la Universidad. No lo leímos en la entrega de diplomas porque no fueron ni Hebe ni el monje.
 
Nos guardamos este escrito, y algunos tratamos al menos de llevarlo presente y compartirlo. Acordate también, que ante la crisis del verano de 2003, se reunieron 57 alumnos de Psicología. Social, la carrera más numerosa y la más crítica de la gestión, y pedimos a la rectora ante tanta confusión de dichos y diretes, se convoque a la máxima instancia, que es la asamblea. En esa asamblea se discutió bastante, y se fue todo al carajo. Se partió la Universidad.
 
Estuviste ahí y el Sergio jamás te contestó, ni siquiera pudo mirarte a la cara.
 
Acordate también del miserable papel de (…….), con la misma remerita negra que se ponían los "Shoklender´s" y cómo nos boludearon, y que no dejaban hablar a los compa que no eran de su mafia. (…) Era de los que nos señalaban con el dedo y decían que ésos (nosotros) nos reuníamos en el bar de la esquina para conspirar contra las Madres. Y no, en realidad era porque nos hinchamos las pelotas de tener en el bar de las Madres a algunos alcahuetes sentados al lado escuchando impúdicamente lo que hablábamos, y que era generalmente de los trabajos de investigación. Yo al menos desde mi rol en los equipos de coordinación del seminario, llevo pegado este escrito como un aviso, nunca más. Y también me lo advierto a mi, saluti. Y como dice un cumpa, “que los sueños nos unan y la realidad no nos mate..." En este relato omití nombres propios, privilegio de escritor. Pero ya en ese momento, los que blasonaban con la defensa de las Madres, eran los que habían tendido un cerco para que la realidad no se asomara. Hoy el cerco estalló. Y nuevamente la estrategia es cercar a las Madres, construir otro traidor, atacar todo intento de pensamiento crítico, enfatizar la oportunidad de hablar para no ser una vez más funcional a la derecha, cuando en realidad los que han sido funcionales a la derecha son los que, desde las diferentes estructuras del gobierno, no supieron, pudieron, o quisieron controlar, auditar o al menos fisgonear el movimiento financiero de la Fundación. ¿Pretendían desde algún sector del Ejecutivo que fueran las propias Madres las que lo auditaran a Sergio? Parece que nunca escucharon que para Hebe Sergio es el hijo. Perfecta crueldad la de pedirle a la Madre que entregue a su Hijo. Pero eso es lo que ha hecho este Gobierno y por eso ahora las Madres son querellantes. Funcionarios inútiles que después de que la calamidad barre todos los cercos, cacarean sobre la honestidad de las Madres. Somos los que siempre estuvimos con las Madres en los años de plomo los que no necesitamos esas aclaraciones. La derecha fascista no sólo quiere ensuciar pañuelos, quiere ensangrentarlos para siempre. Yo al menos, no tengo dudas de eso. Pero acuso a todas y todos los que estando al lado de las Madres no supieron, quisieron o pudieron ayudarlas antes, mucho antes, simplemente cumpliendo con sus deberes de funcionarios públicos, a que ninguna suciedad pudiera llegar a ningún pañuelo. Faros de Alejandría sobraron, farsantes también. Y si bien no es lo mismo el enamoramiento, el amor y el delirio erótico, mi sufrimiento cuando me di cuenta de que las Madres ya no me amaban no es comparable con el sufrimiento especialmente de Hebe al darse cuenta de que el amor por su hijo fue vendido por bastante más de treinta dineros. Por eso se repite otra vez como tragedia. El sufrimiento nuevamente sale a la superficie y nos damos cuenta de que ni siquiera las Madres han tenido el derecho de disfrutar de su valiente lucha en paz. Es cierto que las Madres no quisieron oír en el 2003. ¿Será posible que ahora escuchen? Si querellan al traidor, ¿podrán anular la querella simbólica contra aquellos que nos hicimos cargo de advertirles con tanta anticipación? No sé si estoy soñando despierto, o estoy dormido soñando. Pero ahora no estoy buscando la salida de la Universidad Popular. Estoy entrando, rodeado de alumnos de aquellos tiempos, de los nuevos docentes, y en el aula magna, las Madres nuevamente invictas me esperan. También está Vicente, y muchos otros. Y estoy seguro que es un sueño del cual no voy a despertar, al menos, no enseguida. Porque nuevamente las miro a los ojos, una por una, porque ya dejé de estar endurecido y me di cuenta de que no había perdido la ternura. Entonces, quizá un fracción de segundo antes de despertarme, les digo: “Madres de la plaza, Alfredo las abraza!”.

Fuente imagen: APE


sábado, 11 de junio de 2011

La única lucha que se pierde es la que se transforma (Parte II)

Alfredo Grande (APE).

“nadie es profeta en su maceta”
(aforismo implicado)



El tiempo pasa y nos estamos volviendo viejos. Ojalá yo fuera como el diablo, que sabe mas por viejo. No estoy seguro de esa sabiduría que los tiempos siembran. Si es cierto que cosechas lo que has sembrando, también debe ser cierto que yerba buena siempre muere. Para que esa muerte y esa sangre nunca más sea negociada, deberemos hablar de todas las sogas en las casas de todos los ahorcados. O sea: un análisis de la implicación colectiva. Es lo que intentamos conseguir más de 50 compañeros, entre alumnos y docentes, cuando convocamos a 5 reuniones para construir el DETI: Dispositivo de Elaboración del Trauma Institucional. Ese fue el diagnóstico situacional que aventuré en esos días de confusión, dolor y profunda tristeza, donde era imposible saber por quien doblaban las campanas, desde la desvinculación como director académico de la Universidad de Vicente Zito Lema. Primero enfatizar la dimensión institucional. No era cuestión entre personas (en este caso concreto Vicente Zito Lema, Sergio Shocklender) sino entre lógicas incompatibles. Formas de producción de subjetividad que pudieron sostenerse cercanas, pero nunca unidas, desde la explícita asunción del rol de mediadora intermediaria conciliadora que Hebe de Bonafini por derecho propio ejercía. Esa cercanía era una forma de tomar distancia, como en la escuela primaria, o en los términos de la psicología social, una disociación operativa. Hasta que un factor desencadenante, arrasó con la lógica de la coexistencia no pacífica, no armoniosa, pero al menos con cierta elegancia, de esas lógicas incompatibles. Es importante señalar ese momento de clivaje en la profecía fundadora de la Universidad Popular. Siempre la pensamos y la mostramos como de Lucha y Resistencia contra las otras universidades, tanto las mal llamadas públicas, que apenas son estatales, y las privadas, tanto laicas como confesionales. Era una Universidad que prolongaba, amplificaba la lucha de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Y sostuvo muchos años el trípode la implicación; la coherencia, que es la ausencia de contradicciones entre el decir y el hacer, entre el pensar y el sentir, la consistencia, que es sostener la coherencia en el tiempo, y la credibilidad, que es el efecto en la subjetividad individual y colectiva de la coherencia y la consistencia. Las Madres sostenían una verdad rebelada, la verdad que surge en la rebelión contra todas las formas de opresión. Ese origen, que es de lucha y de enfrentamiento, no admite el pensamiento único, ni el dogma político, ni siquiera alguna forma de subordinación que apele a un imaginario valor. Las Madres, todas las Madres, son la referencia necesaria para pensar que el terror se impone por su propia lógica de crueldad y exterminio pero también por las formas encubridoras de caracterizarlo y los pactos perversos que se generan.. En esos tiempos, me venía a la mente una estrofa de una hermosa poesía de Leopoldo Lugones, el mismo que luego alabara la hora de la espada. “Y al dar a la niña inquieta, la reconquistada flor, en la persiana discreta, sintióse héroe y poeta, por la gracia del amor”. La gracia del amor a las Madres nos convertían a todos en héroes y poetas y si eso no era el paraíso encontrado, al menos yo no conocí otro en toda mi vida. Pero el amor, nos enseña Freud, nos vuelve débiles y dependientes del objeto amado. Y cuando el amor transforma un ideal en idealización, entonces podemos hablar de los amores que matan, que no estoy tan seguro que sean los que nunca mueren. En ese momento, en ese preciso momento, ya no fue suficiente abrazar a las madres de la plaza. Cuando se tensa el conflicto entre ética y amor, los que elegimos la ética no quisimos seguir disociando porque había dejado de ser operativo. Las notas que Zito Lema escribió en febrero 2003 determinaron una escisión. Y las Madres eligieron por Sergio Shoklender. No hubo escucha alguna a todas las voces que pedían discutir, pensar, confrontar, los dichos del Director Académico. Se convocó a una reunión para informar del alejamiento y decidir como se seguía, pero sin autorizar el debate sobre la denuncia que valientemente se había presentado. Esa reunión, y quedan testigos presenciales, fue con un alto nivel de violencia simbólica y real, como la que sufrió el corajudo Alberto Lapolla. Fue el 25 de Marzo y me pude ir, sin huir, argumentando que era el cumpleaños de mi hijo Federico. Lo que además de ser cierto, era lamentable, no por mi hijo, sino por deplorable estado que tenía el padre de Federico cuando llegó. Sin Vicente en la Universidad, varios pudimos sostener lo que las Madres nos habían enseñado. Luchar y resistir. Curiosamente, las reuniones de alumnos eran mal vistas. Se implantó un estado paranoico, donde se había dejado de pensar para solamente dedicarse a acusar. En ese momento, la única disponibilidad simbólica que había era Bradén o Perón, perdón, Hebe o Vicente. En el orden que se prefiera. Haber enfrentado a Sergio fue tomado por las Madres, en especial por Hebe, y por muchos docentes y pocos alumnos, como un ataque artero y traidor a las Madres. Y allí quedó sembrada la semilla de una yerba mala: Hebe y Sergio eran lo mismo. Enfrenar al Uno era traicionar a Todas las Madres. Pero eso, siendo malo, al menos para un pensamiento libertario, un pensamiento no dogmático, y para decirlo directamente, un pensamiento de izquierda, no fue lo más malo que ocurrió. Cuando Néstor Kirchner se declara “hijo de las madres”, el escenario sufre una inesperada mutación. La alquimia entre “derechos humanos y capitalismo serio” fue la piedra filosofal de una etapa que ni el más cabezón de los cabezones hubiera imaginado. En una jornada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre dije que asociar al kirchnerismo con un gobierno de los derechos humanos era un delirio. En el sentido que era erróneo, no pasible de crítica y con capacidad de condicionar la conducta. En todo caso, si realmente era defensor de los derechos humanos, era una comprobación a posteriori del mandato cumplido, pero nunca un a priori. Insisto: lo delirante tiene que ver con una afirmación que solo se sostiene en si misma. Al no haber ningún antecedente consistente, era cuestión de esperar 4 años y ver que pasaba. Sin embargo, todo delirio tiene un núcleo de verdad. Y ese núcleo de alta consistencia fueron las Madres, a las cuales alguna vez las describí como territorio fundador, para diferenciarlas de las Madres de la Línea Fundadora. Esa fue la piedra sobre la que se construyó la iglesia del kirchnerismo. En un trabajo escribí que Néstor Kirchner era el Constantino de los derechos humanos, porque había logrado capturar para la lógica del Estado al colectivo revolucionario de las Madres. La travesía institucional dio paso a una autopista de varios carriles. En alguno de ellos comenzó a transitar la Fundación Madres de Plaza de Mayo (recordemos que en el 2003 era Asociación) y luego la Fundación Sueños Compartidos. De Director Administrativo de la Universidad Popular, en la cual nunca había un peso (comprábamos tarjetas “la llama que llama” para poder usar los teléfonos) a Apoderado de la Fundación, hay algo mas que el progreso del laborioso trabajo. Hay lógicas parásitas, de enriquecimiento ilícito pero legitimado. La tapa de Barcelona tiene desperdicio, pero no tiene piedad: “como hizo un parricida, maltratador, portador de arma, millonario y jugador para hacerse pasar por un luchador de los derechos humanos” Como el cartero llama dos veces, nuevamente el núcleo de verdad fueron las Madres del territorio fundador. En la serenidad que las pasiones nunca permiten, lo que tenemos que analizar es nuestra propia implicación colectiva cuando sostenemos ambos delirios. En el 2003 hubo una advertencia, pero la gran mayoría de la intelectualidad argentina, capturada por los Congresos de Salud Mental y Derechos Humanos, no quiso escuchar. A Hebe rogando y con Sergio facturando. Ese Congreso, importante por quienes asistían, de todos modos era el fetiche que desmentía el horror de la denuncia de uno de los mas comprometidos defensor de los derechos humanos. Y ahora, en el 2011, con la evidencia obscena en la mirada de todos, es el Estado el que arremete con la desmentida y nuevamente naufraga el pensamiento crítico porque la teoría de los dos demonios resucita: Sergio y Pablo son expulsados. Seguramente Fatala desconoce mi aforismo implicado: “el escándalo es la cara visible de la hipocresía”. Nadie se puede despegar del escándalo, a menos que vaya por mas hipocresía. Muchas veces he soñado con volver a mi querida Universidad Popular, aquella que contribuí a fundar en un remoto año 2000. Ahora, en el proyecto de la Universidad de los Trabajadores en IMPA, algunos de esos sueños se hacen posibles. Pero cuando un sueño se va, y sobre todo cuando el sueño es nuestro amigo, sigue quedando un espacio vacío. Quizá vivir sea en parte eso. Sostener el horror al vacío, y seguir soñando para no vaciarnos. Y no abandonar ninguna lucha, porque cuando se destruye su nivel fundante, entonces esa lucha no sabemos hasta donde se transforma. Y no siempre es fácil volver desde el otro lado del espejo. Y nuestro consuelo, como no necesita el mal de muchos, nunca será el de los tontos. Ni el de los traidores. El único consuelo que a mi al menos me queda, es pensar que, en algún tiempo y en algún espacio, volveré a reencontrarme con “la otra Hebe”.

jueves, 9 de junio de 2011

La Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos afirma su postura sobre el rol de los organismos defensores de los Derechos Humanos

Ante los hechos que son de dominio público y que involucran a la Fundación Madres de Plaza de Mayo y en particular a su anterior apoderado Sergio Schoklender, la Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos reafirma un principio que considera primordial para los organismos de DDHH, la autonomía de los organismos de DDHH de los gobiernos..

Ya hace tiempo decíamos:

“El rol de los organismos defensores de los DDHH es hoy el mismo que el que fue en el pasado y que el que será en el futuro, velar por la plena vigencia de los derechos humanos entendidos en su integridad, utilizando esencialmente tres herramientas: la denuncia del gobierno que los viola, la exigencia de justicia para los responsables directos y mediatos de esa violación y la preservación de la memoria de esos crímenes y del marco histórico en que se cometieron.”

Por eso manifestábamos y seguimos afirmando la necesidad de “absoluta independencia del gobierno en ejercicio, único con capacidad de violar esos derechos. Independencia política y económica, claro está; y esta condición, que no admite ambigüedades ni límites laxos, debe cumplirla no solo la institución como tal sino también quienes la representan”

Asimismo, ante los intentos de los genocidas y de los sectores que los apoyan y que se beneficiaron y benefician con su accionar genocida de ayer, de intentar utilizar estos sucesos para denigrar a las Madres de Plaza de Mayo y la lucha de los organismos de DDHH para terminar con los juicios contra los genocidas, reafirmamos que:

Reivindicamos la luchas de las Madres de Plaza de Mayo y todo el movimiento popular durante la dictadura genocida y por Memoria; Verdad y Justicia durante los gobiernos constitucionales.

Los crímenes no se borran y la impunidad no se legaliza por la presencia de uno o más oportunistas en el movimiento de derechos humanos. Por eso seguiremos luchando junto a nuestro Pueblo hasta que todos los genocidas estén en el único lugar que les corresponde la cárcel, y hasta que el país sin explotados y explotadores por el que dieron su vida nuestros 30000 compañeros detenidos desaparecidos sea realidad

Asociación de Ex Detenidos-Desaparecidos

"Sueños Compartidos": usufructo de impunidad

(AW) La Coordinadora del Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP) y de Liberpueblo, Diana Kordon, opina sobre el escándalo desatado alrededor de Sergio Schoklender y los "Sueños compartidos". Kordon es una psquiatra que ha estado junto a las Madres de Plaza de Mayo desde el primer momento en los duros años de la dictadura.

bonafini

Buenos Aires, 6 de junio de 2011.-

por Diana Kordon*

El último jueves Hebe Bonafini dijo en Plaza de Mayo que ella no iba a hablar de "pelotudeces". Esta expresión fue el disparador que me lleva a escribir estas líneas. Precisamente porque considero que los hechos que a todos nos conmocionan están en las antípodas de su trayectoria ética y, como tantos otros, esperaba ¿ilusoriamente? sus explicaciones.

Nosotros, y hablo en plural porque me siento parte de un colectivo, hemos acompañado durante los años duros de la dictadura a las madres. Hemos querido y admirado su férrea lucha sin concesiones por la aparición con vida de los detenidos desaparecidos y por el juicio y castigo a los genocidas. Hemos sido testigos de su proceso de construcción de conciencia política y de su anhelo revolucionario producto de la práctica social que desarrollaron. Hemos conocido de cerca su firmeza y su posición ética de sostener los principios.

A partir del comienzo del período constitucional hemos tenido inmensos acuerdos y algunas divergencias. Pero, por sobre todo, siempre hemos respetado, no sólo la historia, sino su política independiente de los gobiernos y su papel cuestionador. También el liderazgo de Hebe.

No hemos compartido la consigna de "quien cobra la indemnización se prostituye" pero ¿cómo puede articularse la rigidez de aquélla postura con los negociados y la plata negra que hoy se denuncian? Hebe sí tiene la responsabilidad de decir algo sobre esto.

Resulta inaceptable que en la histórica Plaza, en presencia de funcionarios del gobierno nacional, de "la Cámpora" , de las huestes de Alicia Kirchner, de la CGT de Moyano, dijera que ella no iba a hablar de "pelotudeces".

Nada de nuestra historia nos exime de la responsabilidad sobre los hechos que producimos. Más aún, ella misma nos exige dar cuenta de los mismos. La negativa a dar explicaciones es un acto de soberbia y de desprecio hacia nuestro pueblo y hacia todos aquellos que las merecemos, porque hemos luchado siempre y seguimos siendo coherentes con esa lucha y porque también somos dañados por la corrupción y el matonaje que ensombrecen la trayectoria del movimiento de derechos humanos.

No reconocemos en la Hebe Bonafini actual a aquella en cuyo ejemplo de lucha nos hemos nutrido. Por eso es tan profundo el impacto subjetivo que nos atraviesa, fundado en el deseo de que esto no ocurriera, pero que, muy a pesar nuestro, la realidad nos lo impone una y otra vez.

Las palabras tienen sentido y significación, un valor simbólico. El pasaje de "Asociación" a "Fundación" marca el clivaje, confirma el cambio cualitativo en las definiciones y los proyectos de las Madres. Por un lado la Fundación pasa a ser la pantalla de una gran empresa, y por otro Hebe operadora de un gobierno. Este viraje nos diferencia y nos duele y produce un profundo daño a la lucha por los derechos humanos.

Cuando ya es imposible ocultar lo que en realidad es la punta del iceberg del escándalo de los negociados y la corrupción que involucra a la Fundación Madres de Plaza de Mayo y al Gobierno, el montaje oficialista pretende circunscribirlo al ex apoderado de la institución.

Es decir, que Shoklender, orador en el acto del último 24 de marzo realizado por las Madres en el Mercado Central, sería simplemente una "anomalía" en un proyecto que funcionaba a las mil maravillas. De hoy en más, extirpada la anomalía todo continuará maravilloso. Ni Hebe ni el gobierno quedarían involucrados y la "obra" tendrá continuidad.

El "caso Schoklender", por el contrario, constituye un verdadero analizador que permite visualizar la esencia de la política de cooptación del gobierno de los Kirchner. Este gobierno ha desarrollado dicha política, basada en las necesidades y urgencias de los más desposeídos para manipularlas como alimento de su pretendida imagen progresista y cuyo verdadero objetivo, como toda su estrategia de gobierno ,es favorecer a ciertas empresas y negocios y repartir cargos públicos, con fondos del Estado, a cambio de apoyo político.

A los efectos de conformar un escenario que le permitiera legitimarse, puso el foco en los organismos de derechos humanos y muy especialmente, como lo explicita con cinismo José Pablo Feinmann, en Hebe Bonafini. Para garantizarse gobernabilidad y terminar con la histórica experiencia de las asambleas populares surgidas del 2001, Kirchner aterrizó en un movimiento al que siempre había ignorado, utilizó la lucha contra la impunidad y el reconocimiento nacional e internacional de las madres y en esta misma perspectiva, no vaciló en dividir el movimiento de derechos humanos.

El blanqueo del entramado económico entre el gobierno y la Fundación, articulado por millonarios subsidios salidos de los ministerios K, pone en evidencia que la simbiosis Kirchner-Bonafini no es solamente un acuerdo político sino que la cooptación tiene una base material. En este caso, incorpora, de hecho, a la Fundación Madres de Plaza de Mayo al grupo empresarial que se ha beneficiado durante este período. Esta empresa constructora no dudó en utilizar "la patota", marca registrada del kirchnerismo, para intimidar a quienes trabajaban en sus obradores.

No subestimo a Hebe. Cualquiera que la conozca sabe que es una mujer que tiene la lucidez de mirar el conjunto de los fenómenos que la rodean y que controla y maneja todo lo que ocurre en el ámbito de su liderazgo. Podrá decirse que no está en el último detalle de alguna operatoria, pero la Fundación es una estructura que la cuenta como protagonista con claro poder de decisión.

Evidentemente queda un hiato sin asunción de responsabilidad que, dolorosamente, confirma un antes y un después. En la Plaza de la lucha y la denuncia, Hebe Bonafini ha hecho el jueves usufructo de impunidad.


6-06-2011

* Coordinadora del Equipo Argentino de Trabajo e Investigación Psicosocial (EATIP) y de Liberpueblo.
dianakordon2011@yahoo.com

viernes, 3 de junio de 2011

La única lucha que se pierde es la que se transforma

Alfredo Grande (APE).

“En el amor siempre hay dolor. Pero en el dolor, no siempre hay amor. ¿Por qué entonces sigo sintiendo dolor y amor? (aforismo implicado)
 
 
 
Nada se pierde. Todo se transforma. Lavoisier derrapa de la química inorgánica al espacio institucional. También la subjetividad se transforma, y parece nomás que tampoco es cierto que el pueblo, todo el pueblo o el pequeño pueblo que es cada sujeto, nunca se equivoque. Nos equivocamos y a veces acertamos simplemente porque nos equivocamos dos veces y un error compensa al otro. Desde abril del 2003 me pregunto en qué me equivoqué. Si yo decidí retirarme de la Universidad Madres de Plaza de Mayo si las Madres seguían sosteniendo ese proyecto, y como siempre durante toda su heroica lucha, no daban ni un paso atrás, mi salida por la puerta grande pero sin la grandeza de un grande, solamente podía responsabilizar a mis equivocaciones. En los metros que separaban el aula principal (no recuerdo si la llamábamos aula magna) en la cual escuché los hermosos discursos de Vicente Zito Lema, de Osvaldo Bayer y de Hebe, hasta la puerta que para mí era de salida, de una salida que supe siempre no tenía retorno porque yo tampoco daría ni un solo paso atrás, comprobé que la amargura, la tristeza, el dolor, el desconcierto y la bronca, logran que un centímetro sea un metro y que varios metros parezcan kilómetros. Caminaba como en cámara lenta, y la puerta se alejaba cuanto más caminaba. Pero no como el horizonte de la utopía que en su alejamiento ayuda a caminar, como señala Galeano, sino como el alejamiento de un palacio de arena que se escapa entre los dedos. El Palacio de las Madres invictas, le había escuchado decir a Bayer. Yo, uno de los tantos derrotados de la asamblea de docentes, alumnos y Madres en abril del 2003. En esa distancia donde la eternidad dejaba su marca en la tierra, la inauguración de la Universidad en el año 2000 apareció no en mi memoria, porque de ese lugar nunca se había ido, sino que apareció en mi mirada. El primer piso con gente que se derramaba por la empinada escalera hasta la vereda. Y yo, junto a los docentes, a Hebe, a Vicente, pensando que toda mi vida había luchado, había peleado y había esperado estar en ese lugar. Pero el pequeño pueblo que es cada sujeto también se equivoca. Mis clases eran tan alegres como alegres siempre fueron las Madres. Mi ritmo de trabajo cambió totalmente, ya que dedicaba tres y a veces 4 días por semana a la Universidad. Y cuando no iba, la extrañaba. Imposible no extrañar a una universidad de lucha y resistencia, que desde su profecía fundadora enfrentaba los determinantes represores de las academias tanto estatales como privadas. Ninguna luz cegadora tolera sombras. La valentía, el entusiasmo, la generosidad, la ideología combativa de todas las Madres, deslumbraban y alumbraban. Parecía que nunca habría tanta agua que pudiera apagar ese fuego. Y no se apagó. Pero un viento colosal cambió la dirección. Y como si fuéramos niños que están danzando alrededor de una fogata, las llamaradas inesperadas se abalanzaron sobre nosotros. Al menos, sobre muchos de nosotros. El Primer Congreso sobre Salud Mental y Derechos Humanos organizado durante el 2002, fue un poderoso analizador de lo diferente y de lo incompatible en la Universidad. Sigo caminando, la puerta parece que es una luna que rueda por Callao, y yo un loco con la cabeza como un melón. En ese Primer Congreso, estuve en el Comité Organizador, presenté mi segundo libro, colaboré en la presentación del libro sobre las fábricas recuperadas, el primero sobre ese tema y que fue editado por Topía. Además, coordiné y participé de cuatro mesas. Sin embargo, cuando se entregó en el Segundo Congreso las memorias del Primero, yo no estaba mencionado. El dolor de ya no ser, aunque sin la vergüenza de haber sido. Cuando Vicente Zito Lema se aleja de la Dirección Académica, el palacio estalló en llamas. Yo llegué a la Universidad invitado por él, y no dudé de que debía retirarme. Dudé solamente en cuándo era el momento más digno para hacerlo. Sabía que necesitaba irme, pero también sabía que no pensaba huir. La fundación de la Universidad en el 2000 fue el momento fundante de los sueños compartidos. Los sueños partidos, quebrados, asolaron los meses de febrero, marzo y abril del 2003. En la última asamblea que participé, con la presencia de las Madres, no fueron pocos los que acusaron a Vicente de traidor. Justamente él, que en el exilio había escrito el oratorio Mater. Justamente él, que participó en una mesa redonda junto a Hebe, a Sergio Shoklender cuyo eje fue la caída de las torres gemelas en Nueva York. En ese momento, la polémica estalló. Recuerdo una nota del periodista Horacio Verbitsky: “La alegría de la muerte”, donde fustigaba a los participantes en esa mesa y por añadidura a la Universidad por un supuesto jolgorio por el ataque terrorista. Fue el final del suplemento de la Universidad que Página 12 publicaba todos los viernes. El último artículo que, ya diagramado, nunca se publicó era de mi autoría: “Los enemigos del Pueblo”, que al menos se puede bajar todavía por Internet. Intenté y creo haber logrado, mostrar que no era la muerte la que generaba alegría en las Madres. Ese tormentoso 2001 terminó por ahuyentar a lo que hoy denomino los “retroprogresistas”. La Universidad se consolidaba como un colectivo revolucionario, anti capitalisa y anti imperialista. La luz cegadora deslumbraba y alumbraba la lucha contra las políticas liberales de Menem, De la Rúa y Duhalde. Sueños y alegrías compartidos. Los verdaderos, los fundantes. Esas imágenes seguían delante de mis ojos, mientras me acercaba a una puerta que se negaba a quedarse quieta. Pero luego de la renuncia de Vicente Zito Lema, solamente quedaron las pesadillas. El comienzo del 2003 marca la ruptura, porque la confianza en la gestión administrativa de Sergio estaba totalmente quebrada. Pero los cristales nunca se rompen sin dejar algunas astillas colgando. Cuando Sergio me contó que iba a cambiar el logo de la Universidad, la cantidad de carreras que pensaba crear, le pregunté si quería hacer una especie de UADE de los derechos humanos. Me dijo que sí. Hubo tantas discusiones, peleas, que prefiero olvidarme, aunque en verdad, no puedo olvidarme. Comprobé que era cierto que “un solo traidor puede más que mil valientes” ¿Pero quién decide quién es traidor y quién es leal? Los dioses de una época son los demonios de la siguiente, dicen los antropólogos. Yo, intentando llegar a esa puerta que me parecía imposible de alcanzar, me había convertido en un demonio para las Madres. Y mientras esa sensación cada vez era más insoportable, me encontré en la plaza de los dos congresos, escuchando gritos, mirando sin ver a otros y otras que también se iban y ahogado en la sombría tristeza de esa despedida sin sabor a miel, me preguntaba cuántos años tendrían que pasar para poder por lo menos escribir algo sobre las luchas que sólo se pierden cuando se transforman.

Fuente imagen: APE

lunes, 25 de abril de 2011

Tati Almeyda: “Pensamos que Martínez podía ser otro Julio López”

La integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora será distinguida por la Legislatura Porteña como “Personalidad Destacada de los Derechos Humanos”.

El acto será a las 18 en Perú 160.

Almeyda se refirió a la desaparición durante 48 horas de Víctor Martínez, testigo en la causa que investiga la muerte de Monseñor Ponce de León durante la dictadura.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Reclamos de celeridad en los juicios tras la muerte de Massera

Tati Almeida (Madres Línea Fundadora) y Rosa Roisnblit (Abuelas de Plaza de Mayo) analizan las responsabilidades del genocida y exigen la aceleración de los procesos a represores de la última dictadura.